Las joyas que veréis aquí están diseñadas y fabricadas por mí con muchísimo cuidado y cariño, desde la preparación del metal hasta el acabado final.
Mis diseños buscan siempre la delicadeza y la elegancia; son piezas pensadas para llevarlas a diario, cómodas y ligeras, me gusta pensar que mis joyas forman parte de la naturalidad del día a día de quien las lleva, como algo que las completa y acompaña.
Además de ser objetos hermosos fabricados con cuidado y precisión, las joyas también pueden llegar a convertirse en auténticos amuletos de incalculable valor sentimental. Es por ello que siempre he creído que las piezas hechas a mano tienen algo mágico: conservan para siempre en su interior el tiempo y el cariño dedicados a su creación.